Los problemas más comunes de los inodoros suspendidos

En lo que se refiere al diseño de salas de baño, hoy en día priva un concepto minimalista y funcional, donde se trata de maximizar el espacio libre y minimizar el ocupado por las piezas de baño.

Es por ello que los inodoros suspendidos han alcanzado bastante popularidad, ya que conjugan la percepción de mayor espacio con una simplicidad de líneas y esa sensación de ingravidez que aporta un toque futurista a tu sala de baño. Al ocultar la cisterna en el muro y carecer de base, el volumen visual que ofrece es compacto y elegante, pasando más desapercibido que el inodoro tradicional.

Adicionalmente, aporta ventajas a la hora de su limpieza, ya que es menor el área expuesta, al tiempo que ofrece fácil acceso a la misma. Ten en cuenta que la parte más difícil de asear en un inodoro tradicional es la base del soporte y sobre todo su parte trasera, elemento que aquí se encuentra ausente.

Sin embargo, no todos son ventajas en los inodoros suspendidos, ya que también confrontan algunos problemas. De manera que es conveniente que conozcas los problemas más comunes de los inodoros suspendidos, así como sus causas y posibles soluciones.

1. Los inodoros suspendidos requieren más área de muro

Cuando te dicen que el inodoro suspendido ocupa menos espacio, te están diciendo una verdad relativa. Si bien es cierto que en términos de área transitable en el baño el inodoro suspendido ocupa algo de menos espacio, no ocurre igual en cuanto al espacio que debe ocupar el muro donde se empotra.

¿Por qué el inodoro suspendido requiere más área de muro?

Lo que identifica a un inodoro suspendido no es solo el hecho de que carece de pie o soporte basal, también tiene como característica que la cisterna está escondida en la pared, es decir, totalmente empotrada, así que se requiere un tabique más profundo y, por lo tanto, que ocupará más espacio del área destinada a la sala de baño.

Solución al área de muro requerida para instalar un inodoro suspendido

Debes disponer de un muro o tabique al menos de 9 a 12 cm de grosor y que disponga de un espacio útil de ancho de 50 a 60 cm, para poder ocultar adecuadamente la cisterna. Puedes optar también por construir un cajón únicamente para el área de la cisterna, sin completar el tabique total en esa área de la pared, aunque claro está se pierde el efecto de minimizar el inodoro.

2. Problema del soporte del inodoro suspendido

A diferencia de un inodoro tradicional o de pie, el inodoro suspendido, tal como indica su nombre, carece de soporte basal. Su soporte, y donde recae todo el peso de la pieza y de quien se siente en ella, es la pared o tabique.

¿Por qué puede ser un problema el soporte del inodoro suspendido?

En los inodoros tradicionales el peso total tiene un apoyo directo sobre la amplia base vertical, mientras que en un inodoro suspendido la fuerza del peso se transmite a las conexiones de soporte directamente en el tabique. Aquí la fuerza del peso ejerce un efecto de palanca, por lo que dichas sujeciones deben ser particularmente fuertes.

Solución al problema del soporte del inodoro suspendido

Respecto a la consistencia del tabique o muro, si bien lo ideal es que esta sea lo suficientemente sólida, hay alternativas para resolver el problema de la sujeción del inodoro suspendido. Para ello, la mayoría de los modelos incluyen un perfil de acero que va sujeto tanto al piso como al tabique o muro, del cual se suspende el inodoro, dando mayor soporte al conjunto.

Debes garantizar que la instalación se realiza correctamente, empleando materiales de buena calidad y reforzando las áreas de soporte.

3. Mantenimiento más complejo

Si bien la limpieza externa del inodoro suspendido es mucho más fácil que en el caso de un inodoro tradicional, no es el caso cuando se trata del mantenimiento de la cisterna y de sus conexiones.

¿Por qué es más complejo el mantenimiento en el inodoro suspendido?

Sencillamente, la complejidad se produce debido a que la cisterna está empotrada totalmente en el tabique, lo cual dificulta el acceso a la misma para proceder a efectuar cualquier limpieza, desatasco o reparación.

Solución al problema de mantenimiento

Lo ideal es diseñar la mampostería correspondiente al área del tabique que oculta la cisterna de forma tal que implique las menores obras o pérdida de materiales a la hora de tener que acceder a la cisterna. Incluso, hay diseños que permiten un acceso relativamente fácil, desmontando un tabique acondicionado para tal fin en dicha área.

4. Problemas con la ubicación del drenaje de aguas negras

El diseño de la mayoría de los inodoros suspendidos requiere que el orificio de acceso al drenaje de aguas negras se encuentre pegado a la pared.

¿Por qué se presentan problemas de ubicación del drenaje de aguas negras para la instalación de un inodoro suspendido?

Esto ocurre sobre todo cuando vas a instalar un inodoro suspendido en sustitución de un inodoro convencional. El problema se presenta porque normalmente al construir la sala de baño teniendo en mente la instalación de un inodoro tradicional, la entrada para el drenaje de aguas negras se ubica a unos 30 cm de la pared, mientras que el inodoro suspendido la requiere mucho más cerca del muro.

Solución a la ubicación del drenaje de un inodoro suspendido

Sin duda, en caso de tratarse de una construcción nueva pensando ya en instalar un inodoro suspendido, tendrás en consideración lo señalado respecto a la distancia desde la base del muro hasta el agujero de drenaje. Ahora bien, si vas a instalar el inodoro suspendido donde antes estuvo uno tradicional, la solución está en establecer el sistema de conexiones mediante codos de forma tal que quede el desagüe cercano a la pared.

Ten en cuenta que, dependiendo de lo complicado de la conexión puede ser necesario construir un sobre piso para esconder dichas conexiones adicionales. Para evitar el sobre piso y las conexiones externas adicionales, la alternativa implica romper el piso para modificar la tubería de desagüe internamente.

6. Sensación de inseguridad del inodoro suspendido

Aunque en términos generales podemos considerar que en este caso se trata de un problema más psicológico que técnico, la realidad es que existe. Sobre todo cuando el inodoro va a ser utilizado por una persona de gran peso corporal y no habituada este sistema,

¿Por qué el inodoro suspendido da sensación de inseguridad?

Bueno, la razón es obvia y es que estamos habituados a sentarnos sobre algo que se apoya firmemente en el piso, así que al carecer de ese soporte el inodoro suspendido puede transmitir dicha sensación.

Por otra parte, dadas las consideraciones que hicimos en el apartado correspondiente a los problemas de soporte del inodoro suspendido, debemos admitir que esa sensación de inseguridad no necesariamente carece de sustento. Tengamos en cuenta que una mala instalación, unida a un sobre peso considerable, puede ocasionar la caída del inodoro suspendido.

Solución a la posible inseguridad del inodoro suspendido

Si bien poco podemos hacer con la desconfianza que pueda tener una visita que vaya a utilizar nuestro inodoro suspendido, si podemos tomar todas las previsiones para evitar una catástrofe de esta naturaleza.

Así que cuando vayas a instalar el inodoro suspendido, además de tomar en cuenta lo ya señalado, garantiza que las sujeciones y soportes se hagan tomando en consideración un posible peso máximo relevante y no simplemente un peso promedio.